miércoles, 18 de abril de 2012

¿UN PROFESOR NACE O SE HACE?


Como en muchos otros casos, se trata de una combinación de ambos. No se puede pretender, como hace el Colegio de Profesores, que las asignaturas de pedagogía transformen a cualquier licenciado en profesor. Aun cuando éstas entregan herramientas para la docencia y el manejo de los alumnos, no basta con el conocimiento teórico de una técnica. La experiencia en la sala de clases acaba también por ser una de las mejores asignaturas. La pedagogía tiene tanto de ciencia como de arte, lo que exige del profesor otras cualidades, aunque menos cuantificables o mensurables, como la vocación, la entrega y la empatía. Después de todo, la profesión del pedagogo no acaba en uno mismo, sino que tiene por objetivo último a otros. Un buen profesor siempre quiere lo mejor para sus alumnos. Y si en este caso, eso pasa por admitir a otros profesionales, "fuera del gremio", especialmente en las áreas donde los profesores escasean -como física o química-, ninguna medida puede estar de más, cuando lo que finalmente se busca es mejorar la educación.

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